lunes, 28 de febrero de 2011

‘Angles’, nuevo disco de los Strokes, canción a canción

Angles, que se publica el 22 de marzo es su vuelta a lo básico: 10 canciones en poco más de media hora, más cerca del sonido y espíritu garagero de sus dos primeros álbumes. He aquí un desglose de Angles, tema por tema, que hemos podido escuchar en exclusiva.


- Machu Picchu: El disco se abre con ambiente reggae de sintetizadores que recuerda a Ace of Base. Se establece así la plantilla de sonido para todo el álbum: Nick Valensi y Albert Hammond Jr. abren sus guitarras, mientras que Julian Casablancas gime cosas como: “Sólo estoy tratando de encontrar una montaña a la que pueda subir”. Como será frecuente en Angles, el sexo está presente. Así se menciona una chica que lleva “una chaqueta a base de carne”. ¿Quién puede ser?

- Under cover of darkness (): El primer sencillo es un manifiesto clásico, ya que tiene trazos de sonido de antaño. De hecho, suena muy parecido a su primer single, Last nite. Cuando Casablancas canta: "Quiero ser una marioneta en una cuerda", la inflexión de su voz hace que el sonido recuerde misteriosamente a su juventud.

- Two kinds of happiness: Una producción de rock con sonido de los años ochenta, que recuerda a los Cars. Casablancas canta: “No pierdas tu corazón”. Como con la mayoría de las canciones del disco, la elegante y brillante producción recuerda a Phoenix (es obvio que los Strokes, como el resto de nosotros, seguimos escuchando el Wolfgang Amadeus, de Phoenix, allá donde vayamos).

- You're so right: Una breve puñalada con unos acordes de guitarra a lo Black Sabbath. Y con voces extrañas.

- Taken for a fool: Otra canción que suena a los Cars, sobre todo la voz de Casablancas, que expresa algunas reflexiones sobre su vida amorosa: “Yo no necesito tener más mujeres en este momento". Queda claro, ¿no?

- Games: Suena a nueva ola del pop de sintetizadores, sobre la base de O.M.D y los primeros Depeche Mode. Y Casablancas se acerca mucho a Bono.

- Call me black: Es una de las melodías más simples del disco, con una tranquila introducción de guitarra que recuerda a una bossa nova de Joao Gilberto. Una balada de tres minutos.

- Gratisfaction: Los Strokes se ponen sus gorras de Thin Lizzy, con Valensi y Hammond dando guitarrazos. El título evoca al disco de Paul Westerberg, Suicaine gratifaction.

- Metabolism: Otro homenaje a la nueva ola del pop de sintetizadores, con los cambios de tiempo abruptos en la batería. Para las notas más altas Casablancas tira de falsete a lo Thom Yorke, sosteniendo la voz hasta que empieza a reventar los botones de su pantalón de cuero.

- Life is simple in the moonlight: Es la canción más larga del álbum. Una apropiada y romántica despedida con acordes de bossa nova y un título sugerente. Es un final estelar a un álbum de regreso estelar.

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